martes, 7 de abril de 2009

SEMANA SANTA EN JEREZ

Las asociaciones parroquiales, que hicieron sus estaciones de penitencia, en visperas del Domingo de Ramos. El olor a incienso, cera y azahar, sirvieron de prólogo a esa bendición de ramas de olivo y Palmas, y la solemne procesión conmemorativa de la Triunfal entrada de Jeúcristo en Jerusalen con la que dan comienzo los actos conmemorativos de la Pasión Redentora de Cristo que viviremos cada uno de los días de esta Semana Santa.
Jerez, nuestra querida ciudad, a través de nuestras Hermandades y Cofradías, pone de manera anárquica en nuestras calles durante toda la semana, esas Estampas Pasionales de Cristo y de los Dolores de su Madre que arrancan del pueblo que las contempla, oraciones, agradecimientos, peticiones, promesas y emocionados actos de Fé.
En nuestro orden cofradiero, contemplamos el mismo día a Cristo Vivo, y a Cristo Muerto, y al día siguiente volvemos a verle en esos mismos estados de la vida, Vivo y Muerto. Muchas veces, gente venida de fuera, me ha hecho esa pregunta: ¿por qué no salen las Hermandades con sus pasos a la calle ordenados conforme a la pasión de Cristo?. Es comprensible, que esto a veces no sea entendible, pero, si vivimos una Semana Santa que es el preludio de la Resurrección que nos consigue la vida eterna después de una cruenta Pasión de un Dios hecho Hombre que dió lo más valioso por los demás, ¡SU VIDA!. ¿Porqué? no vamos a proclamar con las estampas pasionales de nuestras hermandades que Jesucristo muere, y a continuación que pase una imagen de Cristo vivo ante los ojos de los presentes, y les estamos diciendo, ¡ojo!, pero es que después de morir, Cristo ¡VIVE!, porque va a resucitar. Este es a mi modo de ver, ese mensaje que cadá día se dá en Jerez, con nuestro anárquico orden procesional pero con el que al mismo tiempo proclamamos la muerte y la vida.
Este Domingo de Ramos, hemos contemplado a Cristo por nuestras calles, en su estampa de su Triunfal entrada en Jerusalén, y ante nuestros ojos, hemos vivido el desprecio con que lo trataba Herodes, y hemos sufrido su Coronación ignominiosa de espinas, pero después, ha paseado ante nosotros esa imagen que nos ha llenado de Perdón, y al final lo vemos en el regazo de su Madre y ya muerto. Veis como ya el mismo Domingo de Ramos, se nos dán los mensajes de un Cristo Vivo, un Cristo que nos Perdona, porque nos ama, y un Cristo ya Muerto y en el regazo de su Madre, anunciando con esa muerte, su Triunfo sobre la misma y la Vida Eterna.
Ya adentrados de lleno en la Semana Pasional, aunque bien es cierto que solo en sus inicios, recibiremos ese gesto Misericordioso de Jesús lleno de agradecimiento ante la mínima cosa, que hacemos por nuestros hermanos. La Verónica, le limpió su ensangrenado rostro, y el en agradecimiento, se lo deja impreso en el paño con que le limpió, y paseará por nuestras calles, este año sin sus apostoles, ese caliz, que va esparciendo su Sangre Redentora, antes de que nuestros ojos, se claven en esa Cruz de cuya Viga pende muerto. Al rato en los ojos mirando al cielo de su Madre del Amor y Sacrificio que lleva en sus manos la espinosa corona que pusieron en las sienes sangrantes del Hijo de sus Amores.
Derramárá su Clemencia ante la traición, y nos mostrará la Defensión que hace del género humano por el que se inmola en la Cruz Redentora, y regalará su Amor, mientras los que lo van a crucificar, se reparten sus vestiduras.
Mostrará su Poder Soberano y su Consuelo, mientrás siendo conducido al sepulcró desde el que resucitará, veremos a la muchedumbre que le sigue Caida trás Caida en ese caminar hacía el Calvario y mostrará su Santa Espalda Flagelada, a la que le habrá llevado ese Prendimiento que a traición facilitó Judas a los que le buscaban para matarle.
Y proclamará su Redención del género humano, que para eso, para redimirnos, vino El al mundo, y en su Vera-Cruz, acompañado del perdonado buen ladrón y del que no supo decir, ¡PERDONAME SEÑOR!, recibirá esa Lanzada, que hará brotar sangre y agua de su costado, mientrás por otras calles de nuestro Jerez, Ora en el Huerto y pide a Dios Padre, que pase de El ese Cáliz de Dolor y Amargura que deberá de beber, y se sobrepone al miedo diciendole al Padre que por encima de todo se haga su voluntad, mientrás es expuesto ante la muchedumbre sedienta de sangre en su paso del Exce-Homo.
En su Santo Crucifijo, nos mostrará su Buena Muerte, mientras recordamos ese camino hacía la Cruz, VIA-CRUCIS que tuvo que recorrer hasta el Calvario, cargando nuestro Jesús Nazareno con la Cruz Redentora, antés de que Pilatos dictara su Sentencia cobarde e infame.
Izado en la Cruz, se quedará en nuestras retinas esa Imágen agónica de su Expiración que hará que despúes de muerto y Santamente Enterrado, nos traiga la Imagen de su Madre de Loreto ante la Cruz vacia, sufriendo su Soledad desgarradora.
Ante la Imágen de Cristo Redentor de ese género humano, que sigue desgraciadamente sin saber lo que con El tenemos, me vienen esos versos anónimos, que tantas veces y en tantos momentos de mi vida, le recito a la Imagen que de El, Crucificado, tengo en mi casa, y que es lo último que veo cada día cuando me entrego al descanso, y es lo primero que veo cada día cuando abro mis ojos:
No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido,
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fín tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pués aunque lo que espero, no esperara
LO MISMO, QUE TE QUIERO, ¡¡TE QUISIERA!!
De esta Semana Santa, solo voy a publicar una fotografía, que para mi lo resume todo. Es una fotografía de la Santísima Virgen de las Angustias, en su paso, con su Hijo muerto en su regazo.
Creo, que ahí, en esa Imagen, está la Estampa de Jerez, que resume toda la vida y la Pasión de Jesús.
La Madre, que se hizo esclava de Dios Padre, y en la que el Verbo de Dios, se hizo hombre, La Madre que lo dió al mundo. La que lo presentó en el Templo, la que lo siguió hasta el pié de la Cruz. en Ella, en su Advocación de Angustias, se reunen todas las demás advocaciones con que la veneramos en este Jerez querido. María Santísima de las Mercedes, del Refugio y del Consuelo, De La Paz en su Mayor Aflicción, La Estrella, Perpetuo Socorro, Misericordias, De la Paz, Candelaria, Amor y Sacrificio, Merced y Rocio, de la O, Remedios, Desconsuelo, Patrocinio, Dolores, Amargura y Desamparo, Lágrimas, Gracia y Esperanza, Mayor Dolor y Confortación, Encarnación, Esperanza y más Esperanza, Traspaso, Dulce Nombre, Concepción Coronada, Valle, Soledad, Loreto y Piedad, En fin de cuentas, Advocaciones de veneración que intentan aliviarla de sus DOLORES.
Para Ella, que con su ¡Hagase en mi Tú voluntad!, trajo al mundo al que nos dió la vida eterna brotaron un día estos versos.
Y TRAS LA CRUZ, DE JESUS,
DE ESE NAZARENO, AMADO,
LA VIRGEN EN SUS DOLORES,
VA RECOGIENDO, SUSPIROS,
LÁGRIMAS Y SUFRIMIENTOS,
DE ESE HIJO, QUE HAN CARGADO
CON LA CRUZ, DE MI PECADO.
CATORCE ESTACIONES, TIENE
EL CAMINO, HACIA LA CRUZ.
Y ELLA, LAS VA CONTEMPLANDO
MIENTRAS, SU HIJO, CARGANDO,
NO PUEDE MÁS CON SU CRUZ.
UNA CAIDA HA TENIDO,
Y A UN CIRINEO, EL SOLDADO,
TRÁS DE EL, LO HA COLOCADO,
MIENTRAS QUE A JESÚS, CANSADO,
UNA MUJER AMOROSA,
LE ENJUGA, EL ROSTRO DIVINO.
SIGUE MI DIOS, CAMINANDO
Y CAE, POR SEGUNDA VEZ,
Y AL LEVANTARSE DEL SUELO,
CON GESTO AMOROSO, EL,
A PESAR DE SUS DOLORES
LES ENVIA SU CONSUELO
A AQUELLAS POBRES MUJERES,
QUE SIENTEN SU PADECER.
AL FINAL DE SU CAMINO,
VUELVE A CAER OTRA VEZ.
YA ES LA TERCERA, HIJO MIO,
YA NO TE TIENES EN PIE,
Y EN SUS DOLORES, TU MADRE,
NO TE PUEDE SOCORRER.
QUE TRISTE CAMINO, AQUEL,
QUE TUVO QUE RECORRER,
QUE DURO PARA TÚ MADRE,
EL VERTE ASÍ, PADECER.
PERO SIGUE, HASTA EL FINAL,
HASTA QUE EL, YA NO ESTÉ.
HASTA QUE EN BRAZOS LO TENGA,
Y LA ANGUSTIA Y EL AHOGO
Y LA TRISTE SOLEDAD
LLENEN TU ALMA, DOLORES,
DE ESA ADVOCACIÓN TAN TRISTE,
QUE SIMEÓN EN EL TEMPLO,
CUANDO FUISTE A PRESENTARLO,
TE QUISO PROFETIZAR.
POR ESO AL SABER DE TUS DOLORES
NO PENSAMOS OTRO NOMBRE,
QUE TE VINIERA MEJOR,
QUE AQUEL QUE TE HIZO SUFRIR,
POR ESE TU HIJO AMADO
¡EL HIJO DE TUS AMORES!
¡¡ESOS PROFUNDOS DOLORES!!
QUE TE DÁ, TU ADVOCACIÓN.
Y si Jesús, derrochó amor a expuertas hasta el momento de su expiración, por sus amigos, por sus enemigos, por sus apóstoles, por los que le crucificaron entonces y seguimos crucificandole hoy, porque no decirle a la Reina de nuestros corazones:
¿POR QUE TE LLAMAS DOLORES?
SI ESE MOMENTO EN LA CRUZ,
SI SU RECONCILIACIÓN,
Y LA PAZ DE TÚ JESÚS,
SON ACTOS DE PURO AMOR.
JESÚS, EN LA CRUZ CLAVADO,
ESTÁ CHORREANDO, AMOR,
¿PORQUÉ TIENES, QUE SUFRIR?
EN VEZ DE GOZAR CON EL.
PERDONA A SUS ENEMIGOS,
Y A AQUEL BUEN LADRÓN, TAMBIÉN.
LAS GRACIAS, LE HACE LLEGAR,
AL QUE LE DÁ DE BEBER,
Y A TÍ, TE DÁ A NUESTRO JUAN,
Y TÚ NOS COGES, EN EL.
QUE MOMENTOS MAS HERMOSOS,
QUE AMOR QUE NOS TIENE, EL,
A PESAR DE LOS PESARES,
Y DEL DURO PADECER.
ESOS MOMENTOS, ¡DOLORES!
LOS VIVISTES, TÚ, CON EL.
POR ESO, SI SON MOMENTOS
LLENOS DEL MÁS PURO AMOR,
DE ESE QUE ENTREGÓ A LOS HOMBRES
A PUNTO DE FALLECER,
¡HOY NO TE LLAMES, DOLORES!
Y EN LA CRUZ DE SUS AMORES,
¡¡ABRAZATE, TÚ CON EL!!

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